En el año 2010, la industria de la radio japonesa está en declive. Para revertir sus calificaciones de marca, una estación con perdedores perennes hace una apuesta arriesgada: contratar al primer anfitrión de Android de la industria en el aire. Maico es lindo, pero se necesitará más que una novedad para ganarse a la audiencia voluble, especialmente con un equipo tan inepto como este.
En el año 2010, la industria de la radio japonesa está en declive. Para revertir sus calificaciones de marca, una estación con perdedores perennes hace una apuesta arriesgada: contratar al primer anfitrión de Android de la industria en el aire. Maico es lindo, pero se necesitará más que una novedad para ganarse a la audiencia voluble, especialmente con un equipo tan inepto como este.