Con una cicatriz perversa en el rostro, una mirada aterradora y un delantal adornado con un osito de peluche, Tatsu, ex miembro de la yakuza, asume con orgullo el papel de amo de casa a tiempo completo. Ya familiarizada con los desafíos habituales de las compras de comestibles, Tatsu ahora lo lleva al siguiente nivel al unirse a una organización de mujeres, pero la aceptación no es fácil de lograr sin dominar primero la elegancia de los arreglos florales y la limpieza.
Con una cicatriz perversa en el rostro, una mirada aterradora y un delantal adornado con un osito de peluche, Tatsu, ex miembro de la yakuza, asume con orgullo el papel de amo de casa a tiempo completo. Ya familiarizada con los desafíos habituales de las compras de comestibles, Tatsu ahora lo lleva al siguiente nivel al unirse a una organización de mujeres, pero la aceptación no es fácil de lograr sin dominar primero la elegancia de los arreglos florales y la limpieza.